Jardín con dos siglos de historia
Arribar hoy a Artemisa es poner los pies en una de las ciudades
más jóvenes de esta Isla. Su creación data de hace 209 años y, aunque no hay
una fecha clara de su fundación, los historiadores han llegado al consenso de
tomar el 28 de abril de 1802 como día clave para el surgimiento de la Villa.
Ya desde antes, la zona estaba habitada.
Las primeras noticias registradas del territorio se remontan a 1635, año en
que se le concede a Juana García el corral de San Marcos, destinado a la cría
de ganado. En los años posteriores, estas tierras y algunas colindantes
pasaron, por compra y sucesión de familia, a manos de Manuela de Meireles,
quien, al morir, dejó los bienes a sus descendientes con la condición de que
estos no podían ser vendidos ni arrendados.
Los herederos no estuvieron de acuerdo y
pusieron el asunto en manos de Francisco de Arango y Parreño, entonces Síndico
de la Junta de
Fomento y uno de los beneficiarios de Manuela.
Arango
y Parreño logró que el 24 de agosto de 1799, por Real Cédula, emitida por el
Rey Carlos IV, se demoliera el corral de San Marcos, quedando las tierras
disponibles para la venta y explotación por parte de la Junta de Fomento.
El 25 de abril de 1802, según señala Rolando García, historiador
de la ciudad de Artemisa, ocurrió un suceso crucial para la historia de este
enclave. Los barrios habaneros de Jesús María y Guadalupe fueron destruidos por
las llamas de un incendio que dejó sin hogar a muchas familias.
De esta manera, tal como apunta Rolando
García, “el 28 de abril se reunió el Real Consulado de Agricultura y Comercio
y la Junta de
Comercio. El acta elaborada ese día ha sido tomada como el documento que marca
la fundación del pueblo de Artemisa ya que, a partir de esta fecha, se
comenzaron a edificar las primeras viviendas para los damnificados del
incendio. El pueblo erigido se denominó en un inicio San Marcos del Vínculo
Grande de Meireles, y no fue hasta 1857
que tomó el nombre de Artemisa.”
El origen de esta denominación, que se
ha mantenido hasta nuestros días, es incierto aún. Según su historiador,
existen tres versiones, aunque la más aceptada refiere que, “dada la abundancia
de la planta conocida como Artemisa (Artemisa vulgaris) en la región,
los lugareños fueron bautizándola poco a poco con ese nombre”.
Los primeros pobladores de San Marcos se
dedicaron al cultivo del café fundamentalmente, ya que por entonces el grano
alcanzaba altos precios. A decir de Rolando García “el café puede decirse que
creó el pueblo de Artemisa, lo enriqueció y embelleció, exaltando su fama
hasta denominarla por derecho propio, el Jardín de Cuba.”
Hoy, Artemisa es una de las dos capitales
más jóvenes de Cuba, una ciudad con más de 80 000 habitantes y que dista mucho
de aquel primer asentamiento. Aún así, se hace preciso recordar los orígenes,
máxime cuando este 28 de abril estaremos festejando todos el Aniversario de la Fundación de nuestra
nueva capital.
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