miércoles, 18 de mayo de 2016

Ruedas de amor y fe para mover al mundo

Gretel Claudia Mérida a sus 17 años mucho sabe de amor, aunque no pueda expresarlo. Al cariño inmenso y la dedicación de sus padres y hermanas, añadió cuotas extras que le llegaron, entre otros, de manos de los norteamericanos Will y Patty, quienes, pese a la barrera idiomática, supieron hablar con el lenguaje del corazón y le ajustaron una silla de ruedas lo más cómoda posible.

También al pequeño Eduard Jonathan Incencio Licea le iluminaron la vida. ¡Con qué alegría paseó por primera vez en su silla de ruedas e hizo correr a su madre, a Sashi y a Curtis, que trataban de ajustársela!
A sus seis años nunca había tenido uno de estos equipos adaptado a sus dimensiones, y ahora lo recibió gracias a un trabajo conjunto entre el ministerio estadounidense Joni and Friends, su proyecto Wheels for the World (Ruedas para el Mundo), la Aclifi m y el Consejo de Iglesias de Cuba.